Otro año acaba. Se van volando, quizá por eso las personas nos empeñamos en hacer rayas sobre el océano del tiempo, pequeñas paradas para recordar juntos los últimos hitos del camino antes de ponernos de nuevo en marcha. No caeré en la melancolía, aunque sea el principal relleno de los dulces navideños que nos cercan estos días. El luminoso Ortega insistía en que la melancolía es el paisaje al que conduce el esfuerzo inútil, por lo que me niego a pensar que el esfuerzo de tanta gente en este difícil año haya sido inútil.
Desde el Consejo Audiovisual de Andalucía, hemos seguido esforzándonos desde el convencimiento de que los dados no están cargados y el resultado final de cada partida depende de nosotros, de todos nosotros. Por eso me congratulo del acuerdo que firmamos hace unos días con el Instituto Andaluz de la Mujer para perseguir la discriminación y la desigualdad en nuestros medios.
Por eso organizamos unas jornadas sobre el servicio público en tiempos de crisis. Sí, porque sabemos que las apreturas económicas están sirviendo de coartada para poner en cuestión servicios fundamentales. Por eso hicimos una guía para el tratamiento informativo de los procesos judiciales mas mediáticos, por eso estudiamos cómo conseguir cotas más altas de neutralidad e intentamos proteger a nuestros menores de contenidos que pueden perjudicar su desarrollo, por eso estamos inmersos en la génesis de la nueva Ley Andaluza del Audiovisual.
Todavía queda. Lo sé bien. Hay que atajar los contenidos prohibidos que difunden las televisiones sin licencia, hacer accesibles más contenidos audiovisuales para las personas con discapacidad, contribuir a erradicar la violencia de género… Sí, seguiremos trabajando tan duro o más en el nuevo año, porque somos de los que creemos que las cartas no están marcadas.
Como tantas veces, en el fondo es una cuestión de educar en valores, de alfabetización mediática, porque, como dijo el recientemente desaparecido Nelson Mandela: “Nadie nace odiando”. Debemos ser muy cuidadosos con lo que difundimos en nuestros medios y como lo difundimos, porque, desde el primer Año Nuevo de la Humanidad, también a odiar se aprende.
Felicidadaes articulo. Hasta luego.
Comentarios por paisajes — 2 febrero 2014 @ 2:48 |